Encontrar en los problemas una solución.

Zeyda, quien es docente del área de Ciencias Sociales y Humanidades del Telebachillerato Comunitario (TBC) No.496 en San Antonio del Rincón, en el municipio de Villa Victoria, recuerda que desde que era pequeña disfrutaba jugar a ser maestra con sus amigos de primaria. Con el paso del tiempo, decidió estudiar la carrera en Pedagogía, para después hacer estudios de maestría y doctorado en Psicopedagogía y Educación. Teniendo como misión estar en constante preparación para poder brindar lo mejor de ella a los estudiantes.

Al día de hoy, lleva ya casi 6 años impartiendo clases en el subsistema de TBC, en donde el apoyo de su familia y la comunidad educativa (padres, madres y tutores, compañeros docentes del plantel y de la zona escolar) hace que su trabajo se potencialice, pues existe un sentido de equipo y solidaridad entre todos.

Ser un refugio y guía para sus estudiantes, es una de las maneras en las que describe su labor, pues existen diferentes dificultades a las que la comunidad estudiantil se enfrenta y centrarse en el alumno como humano antes que como estudiante es fundamental para que ellos den lo mejor de sí mismos académicamente.

En los TBC, los proyectos de desarrollo comunitario son las base de este sistema educativo. Y en ellos se busca que los jóvenes se involucren en alguna problemática o necesidad que identifican en su comunidad. Este enfoque de trabajo se vuelve especialmente relevante en muchas de las comunidades de los TBC, pues existen grandes desafíos de infraestructura, de marginación y violencia.

Por ejemplo, uno de los proyectos realizados en el plantel de Zeyda fue la creación de una bomba hidráulica manual que desarrollaron después de identificar la problemática de falta de energía eléctrica en muchas de las viviendas de la comunidad. Con el apoyo de sus maestros lograron hacer la construcción de esta herramienta que les permitiría tener agua disponible sin importar la falta de luz a la que se enfrentan de manera continua.

Ver los cambios que se van dando dentro de la comunidad educativa es muy inspirador para Zeyda, pues con el paso del tiempo los estudiantes adquieren habilidades de autogestión, de trabajo en equipo, de innovación, creatividad y a la vez se adentran en temas como metodologías de investigación científica y árbol de problemas; lo que les permite identificar claramente las problemáticas y proponer soluciones viables.

A su vez, el resto de la comunidad se vuelve más sensible a su entorno, por ejemplo; al no existir barda perimetral en el plantel y al estar sobre la carretera, los vecinos ayudan a cuidar las instalaciones en acciones tan básicas como no tirar basura. De esta manera, el desarrollo de proyectos comunitarios se convierten en un catalizador para las personas que conforman la comunidad educativa. Pues los alumnos, docentes, vecinos, madres, padres y tutores trabajan de manera conjunta por un fin en común.

Zeyda hace énfasis en que todos somos responsables de la mejora de la comunidad y anima a profesores y educadores a recordar lo importante que es darse el tiempo para conocer a sus alumnos, pues tienen en sus manos una capacidad enorme de transformar el contexto y el futuro de los estudiantes.

Al mismo tiempo, menciona que es muy importante seguir preparándose y reconoce que los talleres y capacitaciones brindadas por Ashoka fueron un gran recordatorio de la capacidad que ella tiene como Agente de Cambio para su comunidad.

Valoró especialmente la motivación y guía de Ashoka en recordarle que puede ser un Agente de Cambio en cualquier ámbito de su vida. También menciona que las herramientas y metodologías (especialmente las relacionadas en temas financieros para el desarrollo de proyectos) fueron de gran ayuda para usarlas con sus alumnos.

Desde Ashoka agradecemos el esfuerzo y dedicación de Zeyda, quien en estos 6 años trabajando como docente en los TBC nos recuerda que ser Agentes de Cambio, es posible si aprendemos a relacionarnos como comunidad y a estar dispuestos a encontrar en los problemas una solución.