Lucia Castillo es una joven regiomontana que desde su infancia en la colonia Independencia de Monterrey, descubrió en la cumbia regia y el vallenato, ritmos que llegaron a la ciudad en los años 60 a través de vinilos, un refugio que marcó el rumbo de su vida. Estos géneros musicales no solo llenaron de alegría las calles de su barrio, sino que también fomentaron una subcultura única que Lucia denomina "una onda muy regia". A pesar de crecer en un entorno marcado por la violencia y situaciones complicadas, la música le ofreció un espacio seguro y una vía para expresar sus emociones y relacionarse profundamente con los demás.
Motivada por su amor a estos géneros y su deseo de crear un impacto positivo, Lucia fundó "Onda Regia", un proyecto destinado a promover la cultura de paz entre los niños mediante la enseñanza de la cumbia vallenata. Además de enseñar música, el proyecto se centra en cultivar el amor propio, la autoaceptación y el respeto mutuo. "Onda Regia" también implementa talleres de música y proporciona acompañamiento psicológico a niños y jóvenes, brindándoles herramientas para enfrentar sus propios desafíos.
A los 17 años, Lucia se unió al programa "Formar para Transformar" de la Universidad de Monterrey, una plataforma que le ha permitido desarrollar sus habilidades como agente de cambio y profesionalizar su iniciativa social. En este programa conoció a Jesús Escareño, apasionado por el emprendimiento social y coordinador en el programa, quien desde el principio la apoyó e impulsó a través de valiosos aprendizajes. También conoció a Brandon Rodríguez, quien le introdujo más profundamente en la cultura vallenata y le enseñó a tocar instrumentos como la guacharaca, enriqueciendo su conexión con la música.
Lucia considera que la música es una herramienta poderosa para generar cambio, ya que permite conectar con las emociones, las historias y las necesidades de las personas. Por ello, se dedica a preguntar, escuchar y entender a las personas que conoce para luego aplicar los conocimientos adquiridos en beneficio de la comunidad de "Onda Regia".
Lucia aspira a ser un ejemplo viviente de cómo la cumbia puede ser más que un género musical: puede ser una herramienta de transformación social y de paz. Ella describe ser un agente de cambio como una forma de vida que implica tener la valentía y la pasión de cambiar lo que se percibe como injusto, usando la música como esperanza. A través de su proyecto, Lucía busca fomentar el bien común y la paz, manteniendo siempre su identidad y su esencia.
Historia escrita por Jenny Soleil, Joven Agente de Cambio de Formar para Transformar.