Historia de Fabián Alcantar

Liderando hacia la dirección correcta
Fabian Alcantar

“Si no sabes dónde queda el lugar, no des instrucciones. La gente puede perderse”. Fabián escuchó este consejo por primera vez cuando era adolescente. Se lo dijo Carlos, un amigo suyo en la agrupación Unión Comunitaria en Acción (UCA). Él le enseñó a dibujar y a escuchar con más atención el rap estadounidense. En el Polígono Edison, Monterrey, hay grafitti, hip-hop y un grupo de jóvenes agentes de cambio que, hoy, está a punto de inspirar un cambio profundo en alianza con las personas migrantes en la frontera norte de México.

Fabián Alcantar describe el Polígono -un conjunto de colonias en el corazón de Nuevo León- como el sitio que lo vio crecer. “Vas identificando que hay cosas que van mal y que puede haber un cambio”, dice él, reconociendo que la inseguridad es uno de los temas prioritarios para las personas de la comunidad. En este contexto, es fácil comprender el consejo de Carlos. 

Lo cierto es que también se llega a los lugares correctos por intuición. Fabián recuerda visitar una exposición de arte urbano organizada por las y los jóvenes de UCA, agrupados con la iniciativa de Fundación FEMSA. Había algunos asistentes, los suficientes para aprender y conversar sobre los cambios necesarios en el Polígono para elevar la calidad de vida, incluyendo un mejor impulso a la educación.  

Fabián recuerda tener 13 años cuando comenzó a asistir regularmente a las actividades organizadas por UCA, principalmente enfocadas en mejorar el entorno al limpiar las calles, pintar las bardas y otras actividades de servicio comunitario. Comenzó a compartir su tiempo con más personas del Polígono, dividiéndose entre la escuela, su familia y el grupo de jóvenes. 

“¿Qué les dan por hacer todo esto?”, preguntaban algunos de los vecinos cuando veían el arduo trabajo de UCA. Fabián escuchó que uno de los jóvenes contestó: “Nos dan una beca de estudios”. Al saberlo, Fabián y su familia creyeron que era buena idea involucrarse más en las actividades, aunque la idea de nuestro protagonista iba mucho más allá de apoyar sus estudios. 

Escuela y voluntariado comunitario acumulaban horas de aprendizaje para Fabián, y también horas que disfrutaba junto con más personas. “Me gustaba mucho ir; me entretenía”, dice. Pronto, ingresó a un campamento organizado para los jóvenes más comprometidos con la iniciativa, mereciendo un premio por ser quien más se había dedicado al mejoramiento de la comunidad. 

Pronto, inspiró a más personas a sumar un cambio positivo.

“A pesar de todo lo malo que hay en la comunidad, mirar que a las personas les interesa mejorar, da de qué hablar. Eso me motiva. Siempre habrá algo bueno, siempre podremos ayudar”. Hoy, Luis, su hermano menor, comparte el impulso de una visión de cambio y ya forma parte de UCA. 

Pero también existen situaciones desatendidas. Con el paso del tiempo, Fabián y los vecinos del Polígono han convivido más con personas migrantes, tanto nacionales como de otros países.

“En las noticias, lo marcan como una problemática en sí misma, no como un área de oportunidad para enriquecer la cultura, para sensibilizar a las personas sobre la diversidad que siempre hemos tenido. Ese puede ser el principal problema.”

Para Fabián, existen pocas iniciativas que actúan desde esta perspectiva. “Son, probablemente, personas que se van a ir quedando. Aunque son personas que les gusta convivir y que tienen buenos valores, no reciben el mismo trato. ¿Cuál es la diferencia? Simplemente nacieron en otros países. Son tan empáticas y conscientes de las necesidad como cualquiera de las personas que han crecido aquí mismo; también tienen problemas y también están dispuestas a hacer el bien. Habilitar a las personas para valorar la diversidad sería maravilloso”. 

Así, a sus 23 años, Fabián, su hermano Luis y Alejandro han puesto en marcha PICE, un proyecto que aborda la percepción negativa y la falta de integración de los nuevos habitantes a la comunidad del Polígono Edison. Buscan hacerlo a través de una plataforma digital de difusión al comercio justo, ofreciendo un intercambio cultural por medio de los productos únicos que las personas migrantes saben hacer.

PICE, además de dar exposición a los productos como otros sitios de compra-venta, se distingue por involucrar a las vecindades y a las escuelas en el proceso de sensibilización cultural. “Hay personas que quieren seguir asistiendo a la escuela; debemos poder lograr que más niñas y niños accedan a la educación sin sentirse discriminados, así como lugares públicos que mejoren la convivencia”. Fabián cree que “las escuelas pueden llegar a tener la capacidad de revertir la discriminación. Hoy en día, muchas de ellas no están listas para brindar enseñanza de calidad a personas que vienen de otros países”. 

En cinco años, Fabián espera que, con ayuda de más personas convencidas del valor de la diversidad cultural, se haya transformado por completo la dinámica del Polígono Edison.

“Queremos que los nuevos habitantes se sientan completamente cómodos y aceptados en su entorno, libres de prejuicios y comentarios ofensivos. Como punto final y deseado, nos gustaría establecer un espacio dedicado para que los nuevos habitantes puedan comunicarse con sus familias”.

La historia de Fabián seguirá acompañándose de más agentes de cambio, definidos por él como  “aquellas personas que logra influenciar a otras para que también deseen tener un impacto positivo”. Nuestro protagonista está convencido de que, por más pequeño que sea un cambio, siempre cambiará alguna parte en la vida de las personas. “Es importante que ese agente de cambio identifique la manera en la cual influenciar ese cambio”, continúa. “Una persona no se deja influenciar por sí sola, por lo cual es importante que se sienta pertinente en el cambio que quieras hacer, mostrar apoyo e interés en el beneficio mutuo que buscan y sobre todo influye mucho la creatividad que usas para ajustarse a la problemática”. 

El consejo de Carlos regresa, pero distinto. Guiar se ha convertido en algo mucho más grande que dar indicaciones y esperar que el camino sea el correcto.