Día Internacional de la personas con Discapacidad: inclusión es participación

"Nada sobre nosotros sin nosotros" es el lema que este año la Organización de las Naciones Unidas le dio a la efeméride y también una síntesis de lo que buscan los proyectos de las y los Fellows Ashoka que trabajan en este área: promover una vida libre, digna y con oportunidades para las personas con discapacidad, en la que puedan desarrollarse. Un ejemplo de ello es la Asociación Civil Granja Andar, que ofrece herramientas para la autonomía y participación comunitaria de las y los jóvenes que conviven con una discapacidad mediante propuestas terapéuticas, deportivas, culturales y vinculadas a emprendimientos productivos. 

"Lo que hacemos en Andar es escuchar a las personas con discapacidad, comprender sus singularidades, acompañar sus deseos y ayudarlas a empezar a tomar las decisiones que quieren para sus vidas. Las apoyamos para que se piensen como sujetos activos en sus comunidades", afirmó Raúl Lucero, Fellow  Ashoka y responsable de la organización. "Celebramos que las personas con discapacidad sean escuchadas, valoradas y tengan la posibilidad de tomar decisiones en su familia, así como participar activamente en la comunidad", destacó. Su propuesta ataca directamente la infantilización y la falta de contemplación de la voluntad de las personas con las que trabajan, prejuicios comunes respecto de la discapacidad.

A las barreras sociales basadas en ideas preconcebidas también responde Silvana Veinberg, Fellow Ashoka y responsable de la asociación civil Canales, que se enfoca en ampliar el acceso a educación de calidad para niñas, niños y adolescentes sordos.  "A pesar de la Ley 27.710 (de reconocimiento de la Lengua de Señas Argentina (LSA) como lengua natural y originaria de las personas sordas), que fue promulgada en abril de 2023, existen muchos prejuicios. Uno de ellos es pensar que la LSA es solo una herramienta, cuando en realidad es un idioma tan válido como cualquier otro", enfatizó.

El desconocimiento y, muchas veces, la falta de interés por comprender las necesidades específicas de la comunidad sorda llevan a lugares equivocados como creer que “si no están los intérpretes, las personas sordas podrán leer el subtitulado” en una producción audiovisual, como un noticiero o película. Sin embargo, ellas “no leen el español de la misma forma que una persona cuya lengua materna es el español, ya que la LSA es su primer idioma y el español, el segundo”, explicó.

En las últimas décadas, las personas con discapacidad, junto con las organizaciones que las representan, impulsaron avances clave para el cumplimiento de sus derechos y la creación de entornos más inclusivos en los que participen activamente. Todavía queda por transformar, con la mirada puesta en el presente y también en las nuevas generaciones. Como expresó Emi, trabajadora de Granja Andar: “Acá nos enseñan a trabajar y también le enseñamos a las personas que vienen después, para que todos podamos participar y aprender juntos".